La Biblia nos insta a adquirir sabiduría

«Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio. No te olvides de mis palabras ni te alejes de ellas. No des la espalda a la sabiduría, pues ella te protegerá; ámala, y ella te guardará. ¡Adquirir sabiduría es lo más sabio que puedes hacer! Y en todo lo demás que hagas, desarrolla buen juicio. Si valoras la sabiduría, ella te engrandecerá. Abrázala, y te honrará. Te pondrá una hermosa guirnalda de flores sobre la cabeza; te entregará una preciosa corona. Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida» (Proverbios 4:5-10).

Conocer a Dios, su persona y sus leyes —qué es bueno y qué es malo según él—, ha de ser tu asignatura más importante. Familiarizarte con la Biblia protegerá también tu vida de sutiles engaños y pensamientos errados que podrían arrastrarte fuera del camino de la verdad. Descubrirás que algunas de las cosas que nuestras culturas consideran adecuadas resultan incorrectas a los ojos de Dios y, a la larga, perjudiciales para ti. La primacía de su reino sobre el reino de los hombres y de los incontables pensamientos y culturas que integran nuestras sociedades debe ser clara y manifiesta. 

Otro apartado que habrás de dominar es la aplicación de todo lo aprendido acerca del carácter y las leyes de Dios a tu diario vivir, en tu vida personal, en el área familiar y en el ámbito de las relaciones sociales. ¡Esto es traer el cielo a la tierra!

Adquirir conocimiento y sabiduría te proporcionará una mayor visión y una perspectiva más clara sobre los asuntos de la vida, guiándote en la toma de decisiones y favoreciendo tu eficacia y productividad.

La siguiente historia muestra la importancia de la correcta formación para encarar los retos del futuro. 

El presidente de una compañía llamó a un ingeniero para que reparara una enorme y compleja computadora, valorada en millones de dólares. Cuando el ingeniero llegó, se sentó frente a la pantalla, pulsó varias teclas y apagó el ordenador. A continuación, sacó un pequeño destornillador y giró un diminuto tornillo. Tras realizar esta sencilla operación puso en marcha el ordenador y verificó que trabajaba a la perfección. Satisfecho por el trabajo realizado se dispuso el presidente de la compañía a pagar al operario, pero cuando este le comunicó el importe de la reparación, preguntó asombrado: «—¿Mil dólares? ¡Solo ha tardado usted unos minutos! ¿Mil dólares por mover un tornillo? ¡Le pagaré solo cuando me envíe una factura detallada justificando tal cantidad!». El ingeniero asintió con la cabeza y se marchó. Al día siguiente el presidente recibió una factura en la que se especificaba:

Servicios prestados: 

  • Apretar un tornillo: 1 dólar.
  • Saber qué tornillo apretar: 999 dólares.
  • Importe total por los servicios prestados: 1000 dólares.

Paga por aprender hasta que cobres por enseñar

La pereza y la desidia se relacionan con la pobreza y la escasez, por eso necesitas esforzarte constantemente en tus estudios para mejorar tu formación. Algunas personas no se menean si no se las empuja; ¡no seas tú una de ellas! Pocos bienes resultan tan accesibles como los libros. Frecuenta una biblioteca o aprovecha la amplia gama de recursos que Internet facilita. Con todo, no olvides que quien da la sabiduría es Dios. «Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable» (Proverbios 2:6-7 NVI).

Si deseas conquistar tus sueños necesitarás dedicar tiempos regulares a instruirte. Tu mejor y mayor meta será conocer a Dios y su voluntad. «Sientan orgullo sólo de esto: de conocerme bien y comprender que yo soy el Señor que exige vivir de manera justa y actuar siempre con rectitud, de saber que mi amor es firme, y que así me gusta ser» (Jeremías 9:24 NBV).

Esfuérzate y evita las excusas, pues la excusa es el «pensamiento feliz» de la gente mediocre.


Tomado del libro El hombre que rehusó morir antes de tiempo. Protege tus sueños frente a las adversidades de la vida


Foto de Cherry Laithang en Unsplash


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