El apóstol San Pablo decía: «Yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que solo dan golpes al aire» (1 Corintios 9:26 PDT).

«Yo no corro sin una meta»

Sin pretender caer en el «topicazo» del año nuevo, vida nueva, no estaría de más establecer metas útiles para implementar durante el próximo año.

Una de las áreas donde se vuelve necesario trabajar sin desmayo es la relacionada con el estudio. Resulta tan beneficioso como productivo establecer metas de lectura mensuales. Tú puedes escoger los títulos, pero es conveniente seleccionar una categoría distinta cada mes. A continuación, te comparto un modelo (adáptalo a tu conveniencia):

  1. Enero: Biografía. Es apasionante descubrir y conocer a quienes transformaron el mundo.
  2. Febrero: Psicología.
  3. Marzo: Vida cristiana (un imprescindible es Una vida con propósito, del autor Rick Warren).
  4. Abril: Familia, crianza de los hijos.
  5. Mayo: Salud.
  6. Junio: Un libro especializado (hombre, mujer, niño, adolescente, joven, etc.).
  7. Julio: Un libro enfocado a las relaciones sentimentales, noviazgo, matrimonio, sexualidad, etc.
  8. Agosto: Teología.
  9. Septiembre: Profecía.
  10. Octubre: Apologética (defensa de la fe).
  11. Noviembre: Evangelismo.
  12. Diciembre: Liderazgo.

Son muchas las categorías que puedes añadir: historia, contemporánea, crecimiento personal, administración y finanzas, libros para emprendedores, novelas, etc. Se trata de establecer unos hábitos que favorezcan tu crecimiento integral. Puedes crear varias listas con otro tipo de metas. El propósito es abandonar la improvisación para trabajar con enfoques razonables y objetivos alcanzables.

El crecimiento personal se halla abandonando la improvisación, abrazando la planificación y afirmando la determinación.

Te deseo un feliz año 2023.

Miguel Ángel Acebal. Director de la Escuela de Liderazgo Integral.


Foto de la cabecera de esta entrada Clemens van Lay en Unsplash


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