Decía el apóstol Pablo en su carta a la iglesia de Corinto: «Yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que solo dan golpes al aire» (1 Corintios 9:26 PDT).
En el idioma inglés el término inteligente se traduce Smart. Las metas han de ser inteligentes, lo que implica:
- S = Specific (específicas).
Por ejemplo: «Antes de la medianoche de hoy completaré la lectura de un capítulo de este libro».
- M = Measurable (medibles).
Tus metas deben ser evaluables. En el ejemplo anterior vemos lo fácil que resulta comprobar si al final del día has alcanzado tu meta. Solo cabe preguntarse: «¿He logrado leer un capítulo completo de este libro?».
- A = Attainable (alcanzables).
Si leer no forma parte de tus hábitos favoritos y, guiado por una emoción pasajera, estableces como meta leer diez libros cada mes, seguramente acabarás frustrado. Si cada etapa de la Vuelta ciclista a España tuviera una longitud de 900 km, dudo mucho que alguien pudiera alcanzar la meta (salvo que viajara en el interior de una ambulancia).
- R = Realistic (realistas).
Las metas no deben ser imposibles, pero tampoco facilonas («hoy leeré dos párrafos de este libro»). Tus metas deben implicar un esfuerzo razonable. Por otro lado, has de evitar toda meta irracional que te conduzca a la extenuación mental, emocional o física.
- T =Timely Specific (Específicamente oportunas).
Tus metas deben tener fecha de inicio y caducidad (tal y como sucede con cada una de las etapas de la Vuelta Ciclista). Estos tiempos deben ser medibles, alcanzables y realistas.
Trata de establecer metas que sigan estas pautas. Al cabo de un tiempo notarás —y notarán— que tu vida abandonó la improvisación y se volvió una inspiración.
El éxito no viene por confiar en el azar, sino por la constancia al trabajar. Como enseña John Maxwell: «Si para alcanzar tus sueños confías en la suerte, ¡buena suerte!».
Todo desarrollo es intencional, no accidental.
Sé intencional en este próximo año 2025 y apreciarás la diferencia.
Foto de Tim Mossholder en Unsplash