El liderazgo integral implica tratar todas las áreas del ser humano: espíritu, alma y cuerpo. El liderazgo comienza en uno mismo, es decir, una persona no podrá liderar a otros correctamente mientras sea incapaz de gobernarse. Esta es la piedra angular de nuestra escuela. El ser humano ha sido capaz de conquistar el mundo exterior, pero aún lucha por conquistar su mundo interior.

Imitando al mejor líder de todos los tiempos

No existe persona que no imite a alguien: un deportista, un actor o actriz, un líder carismático, un empresario de éxito… Pero cabe preguntarse: ¿Quién imitaría a un fracasado? Como queremos seguir el ejemplo de las personas de éxito, hemos tomado como modelo al mejor líder de la historia: ¡Jesús de Nazaret! Más de veinte siglos después de su nacimiento, su influencia continua creciendo. ¿Qué mejor ejemplo a seguir?

El liderazgo integral toma ejemplo de la integridad de Jesús. Él lideró —y lidera— a millones de seres humanos sin coacciones, engaños o violencia. Su mensaje es tan eficaz y revolucionario como lo fuera entonces.

Las enseñanzas de Jesús abarcan muchos temas, entre los que destacan:

  • El autocontrol.
  • La importancia del ejemplo.
  • El carácter y la excelencia.
  • El valor del esfuerzo.
  • El establecimiento de prioridades.
  • El respeto al amigo ¡y al enemigo!
  • La gestión de las relaciones humanas.
  • La administración de las finanzas.
  • La integridad.
  • El correcto empleo del tiempo.
  • La justicia.
  • La correcta espiritualidad.
  • la fe, la esperanza y el amor.

«Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti». 
Jesús de Nazaret en el Evangelio según San Mateo 7:12 NTV.

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